Cómo hacer una auditoría de contenido de la forma más sencilla posible
Obten una visión clara de cómo tu contenido ayuda (o dificulta) tus objetivos comerciales. Aquí hay una guía paso a paso para hacer una auditoría de contenido.
Una auditoría de contenido es el acto de hacer un inventario de tu contenido para comprenderlo en dos niveles:
- Cómo funciona en conjunto como un todo.
- Cómo cada pieza está trabajando individualmente.
Las auditorías de contenido no son un mal necesario, sino una forma inteligente y estratégica de revisar tus esfuerzos de contenido anteriores y obtener una visión clara de cómo ayudan (o dificultan) tus objetivos. En resumen, es un engranaje muy necesario en la maquinaria de una estrategia de contenido de trabajo, y no es difícil de hacer, una vez que sabes cómo hacerlo.
Hay siete pasos básicos para hacer una auditoría de contenido:
- Establece objetivos claros.
- Limita tu enfoque: elegi un tipo de contenido para auditar.
- Juega al bibliotecario de contenido (reúne, organiza y categoriza).
- Juega al detective de contenido (auditar y analizar).
- Evalua tus hallazgos y elabora un plan.
- Tomar acción.
- Modifica tu estrategia de contenido en función de tus hallazgos.
Cómo hacer una auditoría de contenido en siete pasos: Considera esta tu lista de verificación de auditoría de contenido. ¿Lo primero que debe hacer antes de sumergirse en su propia auditoría de contenido? Determinar tus objetivos: ¿qué esperas obtener de todo esto?
- Establece metas claras
En última instancia, una auditoría de contenido ayuda a comprender cómo se está desempeñando tu contenido y cómo puedes mejorarlo para alcanzar tus objetivos específicos. Por lo tanto, es muy importante establecer esos objetivos antes de comenzar.
Considera: ¿Qué espera lograr con su auditoría de contenido? Estos son algunos objetivos comunes:
- Mejorar tu SEO para atraer más tráfico y clientes potenciales
El contenido correctamente optimizado se clasificará mejor en Google, lo que atraerá más tráfico y clientes potenciales a tu sitio. Eso significa que, para alcanzar este objetivo, debes analizar tu contenido para asegurarte de que existan ciertos estándares de optimización de referencia para cada pieza, como:
*Metatítulo y descripción.
*Colocación de palabras clave.
*Contenido estructurado con encabezados optimizados para palabras clave.
*Imágenes con etiquetas alt.
*Enlaces internos y externos.
*Si tus palabras clave de enfoque todavía se pueden ganar (dificultad de palabra clave, volumen de búsqueda, competencia).
También deberás evaluar cada pieza, tu clasificación en Google (si es que lo hace) y hacer un plan para actualizarla, reescribirla, conservarla o eliminarla en función de tu rendimiento y cómo se ajusta a tu estrategia.
- Mejorar la participación para garantizar que se lea su contenido
El contenido atractivo es mejor para generar confianza y lealtad y convierte mejor. Con el objetivo de mejorar la participación en tu contenido, tu auditoría debe centrarse en cómo los lectores interactúan con tus páginas y cómo puedes mejorar tu usabilidad .
Mira métricas como:
*Tráfico
*Acciones sociales
*Comentarios
*Velocidad de página
*Tasa de rebote (tener en cuenta que una tasa de rebote alta puede ser engañosa: para obtener una imagen más real de lo que hacen los visitantes, compara esta métrica en contexto con métricas relacionadas, como el tiempo en la página)
*Estado del enlace (¿algún enlace está roto? ¿Incorrecto? ¿Tienes suficientes enlaces internos?)
*Conversiones (¿las personas toman medidas después de participar?)
- Mejorar tus tasas de conversión para atraer más suscripciones, suscripciones y ventas
Mejorar las tasas de conversión de tu contenido es una cuestión de averiguar qué piezas se están convirtiendo bien y cuáles no, además de observar la función y la usabilidad de tu contenido. Además de eso, deberás asegurarse de tener contenido para cada etapa del viaje del comprador. Una auditoría de contenido te ayudará a identificar cualquier brecha que necesites llenar.
Algunos de los datos que podrías mirar con este objetivo incluyen:
*Páginas vistas.
*Tiempo promedio en la página.
*Porcentaje de rebote.
*Tasa de conversión.
*Llamadas a la acción (calidad, relevancia y cantidad).
*Si los formularios y otros elementos interactivos funcionan correctamente.
- Limita tu enfoque: elegi un tipo de contenido para auditar
A continuación, pensa en reducir tu auditoría a un tipo específico de contenido del sitio. Esto hará que la tarea sea más manejable. El tipo de contenido que auditas (o si elegis realizar una auditoría completa de cada tipo) depende del tamaño de tu sitio web, tus necesidades individuales como empresa/organización y si una persona realiza la auditoría versus un equipo de gente.
Si elegis hacerlo por tipo, una vez que completes una auditoría, puedes auditar los otros tipos con los mismos pasos en el futuro.
- Juega al bibliotecario de contenido (reúne, organiza y categoriza)
Es hora de darle un empujoncito a tu bibliotecario interior. Necesitarás tu atención a los detalles y destreza organizativa para la siguiente parte. Con los objetivos y el tipo de contenido definidos, es hora de recopilar las URL del contenido que auditarás y organizarlas/categorizarlas para que puedas analizar qué tan bien están funcionando.
Si bien definitivamente puedes recopilar y organizar las URL manualmente en una hoja de cálculo (Google Sheets, Airtable y Excel son buenas opciones), una herramienta de auditoría de contenido será útil en este punto. Una buena recopilará las URL por ti junto con los datos asociados, como vínculos de retroceso, recursos compartidos en redes sociales, recuento de palabras y más. Si tienes un sitio grande, esto le ahorrará mucho tiempo y dolores de cabeza.
Finalmente, no olvides categorizar tu contenido para que sea más fácil de analizar. Aquí hay alguna información que puedes incluir en su hoja de cálculo, según tus objetivos:
Informacion básica:
*URL
*Última actualización
*Autor
*El recuento de palabras
*Tipo de contenido
Metadatos e información de palabras clave:
*Palabra clave de enfoque
*Dificultad de palabra clave
*Volumen de búsqueda
*Metadescripción
*Metatítulo/H1
Métrica:
*Páginas vistas
*Acciones sociales
*Vínculos de retroceso
*Posición promedio de Google
*Tiempo en la pagina
*Porcentaje de rebote
*Velocidad de página
- Juega al detective de contenido (auditar y analizar)
Una vez que hayas recopilado los datos, es hora de analizar lo que está frente a ti y reunir información y oportunidades para la acción y la mejora. En esta etapa, es útil categorizar aún más tu contenido en función de tus objetivos.
*Contenido de bajo rendimiento : ¿Qué piezas no funcionan tan bien como te gustaría?
*Ganadores de contenido: ¿qué piezas están saliendo del parque?
*Contenido escaso: ¿Qué piezas son demasiado cortas e insatisfactorias para el tema que abordan?
*Contenido desactualizado: ¿Qué piezas son antiguas o irrelevantes?
*Información faltante : ¿A qué piezas les falta información clave, como una meta descripción, encabezados optimizados para palabras clave, CTA o enlaces correctos?
- Evalua tus hallazgos y haz un plan
Después de examinar tu contenido y categorizarlo aún más en función de tu rendimiento, composición u optimización, es hora de decidir qué hacer con cada uno y registrar esa acción planificada en tu auditoría.
Tiene cuatro opciones: actualizar, reescribir, conservar o eliminar .
Estos son algunos ejemplos de cómo categorizar aún más tu contenido para acciones futuras:
Actualizar/modificar si:
*La pieza está recibiendo tráfico recientemente, pero tiene algunos aspectos obsoletos o áreas que podría reescribir/mejorar.
*La pieza es en su mayoría relevante, pero tiene algunas estadísticas obsoletas.
*La pieza es un buen contenido, pero le faltan algunas metas u oportunidades de SEO que podrían ayudarlo a posicionarse mejor.
Reescribe si:
*La pieza es delgada y de mala calidad, pero apunta a una gran oportunidad de palabra clave para su negocio.
*El tema es imperecedero, pero el rendimiento de la pieza no aumenta después de al menos 6 u 8 meses.
Mantener si:
*La pieza de contenido funciona bien (atrae un tráfico decente o constante, se convierte bien o si las personas se quedan para leerlo e interactuar con tu sitio).
*La pieza es relevante, de alta calidad y correctamente optimizada, pero tiene un rendimiento deficiente: es posible que necesite más tiempo para escalar posiciones en Google.
Eliminar si:
*El contenido tiene 2 o 3 años, es irrelevante, escaso, no recibe tráfico y está mal escrito o mal optimizado.
*El contenido es todo lo anterior y apunta a una palabra clave que está fuera de su alcance (por ejemplo, el puntaje de dificultad de la palabra clave es demasiado alto, la competencia incluye marcas importantes con mucha más autoridad, etc.).
- Actúa
A estas alturas, haz completado una auditoría de contenido que incluye una gran cantidad de información. Es hora de actuar en consecuencia. Comienza asignando una prioridad a cada pieza de contenido. Por ejemplo, tal vez una pieza que está destinada a una actualización está ganando mucho tráfico en este momento. Esa sería una buena razón para colocarlo más alto en tu lista de prioridades, para que puedas aprovechar el tráfico adicional que ingresa.
O tal vez desees comenzar con los elementos de acción más fáciles y rápidos (como arreglar algunos enlaces rotos o agregar metatítulos a las piezas que no los tienen) y desarrollar las tareas más grandes (como las piezas que necesitan una reescritura total).
- Modifica tu estrategia de contenido en función de tus hallazgos
Hacer una auditoría de contenido es una experiencia de aprendizaje, por decir lo menos. Con ese fin, no olvides analizarlo y reflexionar sobre ello una vez que hayas terminado. Puedes proponer algunos puntos importantes que puede usar en tu estrategia de contenido para avanzar.
Preguntate:
*¿Qué tan difícil fue recopilar tus activos de contenido y los datos relacionados? ¿Valdría la pena invertir en herramientas para hacerlo más fácil la próxima vez?
*¿Podrías estar documentando mejor tu proceso de creación de contenido, como en tu calendario de contenido?
*¿Te mantienes al día con el seguimiento y la medición del rendimiento de tu contenido bastante bien, o se encontró con algunas sorpresas importantes durante tu auditoría?
*¿Cómo podrías rastrear y medir mejor en el futuro?
*¿Hubo grandes agujeros en tu contenido? ¿Podrías modificar tu estrategia para llenar estos agujeros?
*¿Tienes actualmente una estrategia y un proceso para actualizar el contenido antiguo o puedes crear uno?
Ten en cuenta cuán profundamente entrelazada está una auditoría de contenido con una estrategia de contenido. ¿No tienes una estrategia de contenidos? Necesitas uno para garantizar la coherencia en tu contenido, cumplir tus objetivos, realizar un seguimiento de tu rendimiento y mantenerse organizado.
La estrategia es a menudo lo que determina la diferencia entre ganar y perder esfuerzos de contenido. En pocas palabras: no pongas el caballo delante del carro si aún no tiene una estrategia de contenido (o no tiene una documentada). Realiza una auditoría de contenido solo si tiene planes de crear una o si tiene una en marcha.
- Repite tus auditorías de contenido con regularidad para obtener los mejores resultados
Las auditorías de contenido deben repetirse al menos una vez al año, si no más a menudo (trimestralmente es común).
¿Por qué? Si lo estás haciendo bien, tu ecosistema de contenido debería expandirse constantemente, al igual que el universo. Además, los estándares básicos de contenido, como los que establece Google para la clasificación, también están cambiando constantemente. Si no estás al tanto de auditar tu contenido y realizar cambios, actualizaciones y ajustes constantemente cuando sea necesario, se volverá irrelevante e inútil tanto para los consumidores como para sus resultados.
¿Mejor consejo? Crear e implementar una estrategia de contenido. Realiza auditorías de contenido regulares para asegurarse de que todas sus páginas funcionen de manera constante para ayudarlo a alcanzar tus objetivos.