Imaginemos la siguiente escena de cuando suena el teléfono en una oficina y se realiza la siguiente conversación (obviamente la conversación está acortada y se omiten un par de reuniones con el cliente, pero resume la idea sobre la que se va a centrar el artículo):
– Hola, nuestra empresa está interesada en tener su propia página web
– Perfecto señor/a, ya decidió qué plan quiere?
– Sí, queremos el plan «A».
– Muy bien, envíeme el contenido que desea incluir para las secciones «Home», «La Empresa», «Nuestros Servicios» y «Contacto» y la página estará terminada entre 2 y 3 semanas.
– Muchas gracias, la información será enviada en breve.
– Hasta luego, buen día.
Esta escena no tendría nada de malo si ocurriese como una especie de anécdota con algo de nostalgia cariñosa recordando cómo solía ser el negocio mientras tomamos un café con los compañeros/as de la oficina y reímos, algo así como cuando se recuerda al legendario Super Nintendo, el VHS o a un amor inocente del pasado.
PERO lo malo está en que esa escena ocurre para muchas empresas en pleno año 2009 y no se piensa hacer nada al respecto en el 2010 y eso no es algo correspondiente, como diría mi madre: «En estas alturas del campeonato».
«Tener una página web» ya no es algo tan novedoso como lo era a finales de los 90s o incluso para muchos mercados a inicios del 2000 y no sirve para casi nada per se, muchas veces me vi frente a escenas tan desoladoras como arrojar un vaso de agua al mar y el sentimiento de impotencia es terrible.
El problema es la falta de un plan a corto, mediano y largo plazo, un plan que asegure el retorno a la inversión para el cliente y no simplemente lanzar un sitio web o un blog al aire sin ningún objetivo.
Es ahí donde entra en acción el Online Marketer a guiar al cliente, para muchos proyectos puede ser suficiente el social media, para otros un sitio básico y PPC y en algunos casos se necesita encontrar formas de generar contenido en forma constante, un plan sólido de SEO y complementar con varios otros medios.
Cada proyecto es distinto y actualmente existen diversos canales y medios para satisfacer distintos tipos de necesidades y objetivos.
Lo más importante es justamente eso, fijar objetivos concretos y luego establecer los pasos a seguir para llevarlos a cabo, me dí cuenta que es un standard para las empresas que recién estan dando sus primeros pasos en Internet ver como objetivo el tener un sitio web, un blog o una cuenta en redes sociales para «estar presentes».
Pero esos no son objetivos en sí mismos, sino medios y formas para lograr los objetivos reales.
Lanzar algo sin objetivos concretos y luego intentar amoldar los objetivos sobre la marcha generalmente supone un rediseño de básicamente todos los aspectos de la campaña, lo que siempre resulta caótico y conlleva a hacer una doble inversión innecesaria por parte de la empresa que no se puede explicar por qué gastó tanto dinero sin todavía ver un sólo centavo devuelto.
Ya vi muchas empresas fracasar en internet y otras destinadas al fracaso online desde el inicio sólamente por falta de conocimiento de a quiénes recurrir y un entendimiento básico de en qué consiste y cómo funciona todo esto de promocionar productos o servicios en internet.
Lo que más odiaría es que una persona o empresa culpe al Internet de su fracaso online o que se dé por vencida antes de realmente empezar a hacer las cosas bien.
Yo vivo del Internet y muchas de las cosas significantes en mi vida pasaron gracias a él… si se meten con el Internet, se meten conmigo.
Es por eso que pienso empezar a hablar sobre ese tema en mi blog y por qué no? quizas lanzar pronto algún curso de orientación para empresarios que quieran emprender en Internet.
Todos cometemos o cometimos errores, lo importante es saber caer 7 veces y levantarse 8, aprender de cada error y realmente aprovechar ese conocimiento adquirido con la experiencia.